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Las mallorquinas forman parte del paisaje arquitectónico característico del Mediterráneo ya que son la mejor solución para proteger el interior de la luz y el calor, además de regular la conexión visual con el exterior. El sistema Mallorquina es una contraventana que permite realizar esta doble función mediante lamas de aluminio.

Habitualmente horizontales, estas lamas reciben los rayos solares y disipan su energía en el exterior de la fachada, antes de llegar al hueco. Sus bastidores pueden ser abisagrados, correderos o plegables y las lamas, a su vez, ofrecen la posibilidad de ser fijas u orientables.

• Posibilidad de bastidores fijos, abisagrados, correderos o plegables

Posibilidad de lamas fijas u orientables